Don César siempre habla de sus bisnietos trujillanos y cuenta que uno de ellos juega bien al fútbol y su sueño es verlo en una cancha defendiendo al equipo de sus amores.
Don César narra casi entre lágrimas que sigue a Municipal desde el año 1938.
Don César cuenta siempre como jugaban al soccer los "tres gatitos" y compañía.
Don César es el guerrero de mil y un batallas durante años al lado de "La Academia".
Don César es aquel anciano que cada vez que veo me irradia felicidad y me dice: - Figallo que ha sido de tu vida como si hubiesen pasado años entre un fín de semana y otro.
Don César es ese que nunca llora ante la adversidad. Al contrario, se mantiene de pie hasta quemar´, según él, el último día de su existencia.
Don César es el hincha más recordado por cada uno de los que pasamos por aquella tribuna y por cada uno de los que defendieron esta camiseta.
Don César es un ejemplo de fidelidad en tiempos de ingratitud.
Don César es el conductor de aquel automóvil blanco que llega de vez en cuando a los entrenamientos y no se va sin haber saludado a cada uno de los protagonistas de esta historia.
Los hijos, nietos y bisnietos de Don César deben estar orgullosos de tener a un padre, abuelo o bisabuelo tan ejemplar y tan noble.
Recuerdo cuando me dijo: - Figallo, discúlpame por no haber venido a los entrenamientos, sino que he tenido varios velorios de amigos míos ultimamente.
Entre risas le dije: - Don César, si algo pido yo todos los días es que usted pueda llegar a ver al "muni" donde siempre lo ha querido ver: En lo más alto de nuestro balompié.
A Don César Ferreyros.
Metafórico Intenso - El Autor. Renzo F.
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