Y asi comienza un epílogo más.
Y a la salida, con cada paso, recordaba a cada una de las persona que conocí en ese magnífico lugar en el que declaré mi independencia desde abril pasado.
Recordé a mis amigos, a mis conocidos, a los que siempre me saludaban con una sonrisa y a los que nisiquiera me saludaban con la mirada.
Hoy he vuelto a lo mismo de hace un tiempo. He vuelto a Lima, la gris. Donde las mañana huelen a monóxido de carbono y donde el frío llega sin brisa necesariamente.
Atrás dejé una docena de amigos que jamás podré olvidar por lo mucho que me marcaron durante todo este tiempo, pero los dejé en stand by para volver en algún momento ya no como compañero, pero si en condición de amigo.
Atrás dejé las jornadas de los fines de semana en distintos puntos, cuando tomaba tres latas y ya estaba hecho y cuando tomaba dos cajas y estaba más hecho aún.
Dejé a los amigos del trabajo, los amigos de la esquina, los amigos de la cuadra, los amigos del deporte,los amigos de la vida y mi equipo de barrio.
Mi corazón siente esta noche un vacío irreparable, y es que sé que a partir de una difícil decisión que tomé esta tarde mi vida puede cambiar drásticamente y volver a ser la misma de hace un tiempo a la misma vez.
De ahora en adelante le dedicaré mis mañanas a estudiar, como cuando era un cachimbo de primer ciclo y me ilusionaba con algún día acabar la carrera.
Por las tardes esperaré a mi hermana llegar del colegio, con el mismo ánimo de siempre y esperando ese beso que me demostrará una vez más porque es que la quiero tanto.
Por las noches dormiré temprano y lucharé por dejar mi vida de noctámbulo.
Lucharé contra mis sueños de madrugada, contra mis demonios, contra mis inventos y contra el mal humor con mi principal herramienta: Sonreír.
Hoy me rendí en una guerra que ha pasado al baúl de las perdidas.
Hoy me rendí, pero tal vez y mañana empieze una nueva batalla.
Metafórico Intenso. El Autor - Renzo F.
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