lunes, 14 de noviembre de 2011

HOLA, VIEJO

A papá lo conocí hace veinte años, cuando mis ojos vieron la luz solar por primera vez.
Desde aquel momento, él siempre estuvo allí, bilndando las caídas, felicitando los logros, secando las lágrimas y convocando a las sonrisas.
Estuvo allí para poner el hombro cuando fue necesario, para demostrar su amor en cuestión de segundos con un cálido beso o simplemente con una no tan modesta propina.
Dispuesto a armar los barquitos de tecnopor cada domingo y exponerlos como un kamikazze en la orilla de la laguna.
Dispuesto a invertir su tiempo en los experimentos de las ferias de ciencias de la primaria.
Dispuesto a quitarme el mal humor con una sonrisa, aunque muchas veces hayan sido en vano.
Capaz de protagonizar cada uno de mis recuerdos imborrables.

Y es que 20 años después del inicio, Mario Figallo sigue siendo mi superhéroe favorito.
Ese superhéroe que me hizo protagonista de aventuras inolvidables que me han obligado a vivir de sus enseñanzas durante el resto de mi vida.
Ese padre que afortunadamente la vida me dio y que me ha enseñado mucho, menos a vivir sin él.
Porque sin tí, padre, no sé que sería de mí.
Nunca me faltes.

Feliz cumpleaños, viejo. Te amo.

Metafórico Intenso. El Autor - Renzo F.






No hay comentarios:

Publicar un comentario