Este es el tercer y último día desde que llegué a Máncora, pero no me podía ir de aquí sin hablar de este maravillosos lugar.
Escribo desde la PC que está en el lobby del hotel en el que hace algunos minutos hice mi check out y trato de verlo todo para gabarlo durante el tiempo en el que me ausente, ya que pienso volver y sinceramente pronto.
Se hará inolvidable el calor por las mañanas y por las tardes, la hospitalidad de la gente, la deliciosa comida, el comercio y las innovaciones de una población que lo bha logrado todo con el turismo.
Los mototaxistas trabajando a toda hora, los vendedores ingeniándose como venderlo todo y hasta los mochileros más interesados en generar ingresos que en aspirar sustancias ilegales.
Este lugar es magnífico y cien por ciento recomendable.
Llegué aquí con ganas de divertirme y lo hice.
Llegué con ganas de despejarme y lo hice.
Llegué con ganas de enamorarme y lo hice.
Llegué con ganas de encontrar a la mujer perfecta, pero no la encontré aquí, pues ella venía conmigo en el asiento de al lado.
Pero eso es parte de otra historia...
Metafórico Intenso. El Autor - Renzo F.
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