No sabía mucho con la guitarra, pero le dediqué alguna de Silvio.
Borges no fue capaz de escribir algunas líneas que yo le pudiese dedicar.
Busqué el piropo en los versos de Neruda y encontré uno que otro para cuando se diera la despedida.
Fuimos al café y empecé a conversar sin pensar en la cuenta.
Los halagos abundaban hasta que me fumigó con la mirada diciéndome:
- Pibe, tendrás que cuidarte.
Yo le dije: - De qué.
Ella me dijo: - De mí.
Se acabó el café y se me acabaron los versos. La cuenta había llegado y mi sonrisa nerviosa me delató.
Ella pagó mientras yo buscaba un espacio debajo de la mesa para esconder mi vergüenza.
Un taxi la esperaba en la esquina.
La traté de embarcar sin pensar que requeriría de mi compañía.
Fuimos a un sitio de strippers y respondió a mi sorpresa diciéndome:
- Aquí es donde laboro.
Tomé asiento mientras ella desapareciá entre cientos de hombres que se comportaban como cuervos.
....
Salí del bar en La Recoleta convencido que toda belleza fue poca después de ver en la pista a Marta sin ropa.
Nos hicimos amigos y amantes, por lo que nos seguimos hasta Río.
En Río trabajamos en el mismo bar. Ella hacía como siempre de stripper y yo seguía tratando de tocar la guitarra en una banda de blues.
Luego llegamos hasta México. Nos pusimos a trabajar en el mismo bar de la zona rosa. Yo cantaba y ella vendía su silueta mientras trataba de olvidar su anhelo de convertise en una gran modelo.
La dejé en Las Vegas cuando optó por unas manías que iban desde el polvo hasta las pastillas.
La última vez que la vi fue en un maldito estado de coma. Le canté la misma de Silvio y murió a las pocas horas.
Metafórico Intenso. El Autor - Renzo F.
Adpt de : Marta - R.Arj.
Como olvidarme de Marta, aquella piba de La Recoleta.
Si me dejó un par de huellas en el cuello y en la vida. (R. Arjona)
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