Hoy fui a mi alma mater con la intención de indagar sobre las gestiones que debo hacer para matricularme este semestre.
Mi padre utilizó las indirectas para hacerme reflexionar acerca de mi proceder el anterior periodo, en el que perdí el invicto desaprobando tres cursos por simple descuido.
Le prometí por enésima vez que las cosas cambiarán este ciclo.
Cumplo lo que prometo usualmente.
Nací para el periodismo.
No sé si lo haga bien o no, ese es otro tema.
Desde la edad de diez años deseo dedicarle a mi vida a esto y el deseo sigue intacto.
Me ilusiona saber que este ciclo dictará un catedrático con fama de romperle los escritos a los alumnos.
Tal vez por eso he hecho las gestiones necesarias para que el mencionado me enseñe.
Tal vez con una docena de escritos en el tacho aprenda a escribir.
Tal vez con una centena resondrones aprenda a no comerme las comas en el desayuno.
Ya en casa me dediqué a reflexionar sobre lo que hice el semeste pasado académicamente y llegue a una conclusión:
No voy a morir sin ser licenciado en Periodismo y especializado en investigación.
No voy a morir sin antes haber mostrado mi talento en el monopolio.
No voy a morir sin escuchar mi voz en algún reportaje de cadena extranjera.
No voy a morir mientras no tenga la certeza de que no iré al panteón de aquellos que nunca lo pudieron lograr...
Metafórico Intenso. El Autor - Renzo F.
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