Un campeonato en las canchitas de Rosatoro nos dio la oportunidad de llevar nuestra amistad y pichangas hacia otros puntos de la capital.
750 soles costaba las inscripción. 5 mil soles estaban destinados para el campeón de aquel torneo.
Nos agarró misios, pero la voluntad de cada uno de los muchachos nos permitió llegar a la cifra y así podernos inscribir.
Vender 90 polladas en un día nos llevó a comenzar con aquel sueño.
Montalvo Spa apostó por nuestro talento y fuimos a nuestro primer partido con uniformes nuevos...
El tío Vera se puso el buso de técnico e iba cuando podía.
Yo ya no era el hincha número uno, ahora era asistente a la hora del calentamiento y los cambios.
Coco seguía en el arco por cuestión de talento.
Giuseppi seguía en el equipo, pero se comenzaba a perfilar como delantero.
Javo seguía con las manos en los pies y cada una de sus jugadas era una invitación a bailar.
Koki comenzaba a ser menos egoísta a la hora del pase, pero aún no sabía sobre remates al arco.
Miguel se quitó el traje de malo y se puso el de goleador.
Diego ya era una alternativa cuando había que defender el resultado y Ratón ya se había convertido en una posibilidad por la banda.
José Julio se venía recuperando de una complicada lumbalgia, por lo que su puesto lo ocupó Loba.
Loba defendía, atacaba y si era necesario tapaba.
Nuestro primer rival fue la Agremiación de Futbolistas.
Chale Jr., el organizador, creía que seríamos presa fácil y nos puso a la Agremiación en el primer partido.
Se equivocó.
Con el 2 - 0 en contra, procedí con el "cafecito"...
Volteamos el score y aquella noche le ganamos 5 - 4 a Manassero, Troncoso, Chacón, Pereda, Cavero y demás.
El torneo continuó y depués de varios partidos llegamos a la semifinal.
Comercial Gino nos esperaba con la fama de meter diez o quince goles a sus rivales de turno.
Salimos a la cancha y ellos eran los claros favoritos.
Aquel partido acabó 3 - 1 y nos quedamos en semifinales con el tercer lugar, pero con la ilusión de continuar con esto por enésima vez...
Gracias a esa decena de personas que nos compañó a cada partido en aquel campeonato...
CONTINUARÁ...
Metafórico Intenso. El Autor - Renzo F.
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