Hablaron de Fujimori y de Humala hasta por gusto.
Afiancé mi simpatía para con el voto viciado y decidí mencionar públicamente lo que busco desde hace varios años.
Tenía catorce o quince cuando le contaba a mi compañera sentimental sobre mi sueño de ser presidente, pero que ella jamás sería mi primera dama.
Se lo decía cuando cenébamos juntos o cuando prendía uno de mis primeros cigarrillos pall mall y miraba al techo buscando un poco de futuro.
Se lo decía mientras ella se reía sin pensar en lo mucho que me molestaba su risa.
Tenía dieciseis o diecisiete cuando en Pamer me preguntaban una vez por semana qué quería ser.
Yo respondía que quería ser presidente. Todos aguardaban que terminara la frase para reírse y decirme que jamás votarían por mí.
Tenia diecinueve y algunos días cuando me sentí escuchado por primera vez en mi vida. Clau apostó por mí en cualquier contienda política de cualquier tipo y yo escogí de antemano como jefa de campaña a mi negra favorita, LA Gaby.
Tenía diecinueve y algunos meses cuando esta noche mi familia volvió a tocar el tema político ad portas de una segunda vuelta que condenará a nuestro país al menos los próximos cinco años. Fue en ese momento en que me dije a mi mismo:
- Yo también quiero ser presidente.
Metafórico Intenso. El Autor - Renzo F.
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