Desde ese momento no he dejado de pensar en lo que vendrá en siete días.
Una semana para esa final con la que soñé desde los doce o trece años y que hoy con el buzo y desde el banco tengo la posibilidad de ganarla o perderla.
Mi primera final con esa decena de muchachos que me dio la confianza a pesar que siempre fui el más chibolo del grupo.
Así es, todos tienen más de dos décadas en su haber, mientras que yo a mis cortos y largos diecinueve
grito, río, sufro y lloro desde aquella banca a la que fui condenado desde los catorce años cuando me di cuenta que no servía dentro de una cancha con dos arcos.
Estamos en la recta final. Hoy es el último viernes antes de la final.
El próximo estaremos en el teatro de los sueños, como llamo a ese coliseo, tratando de dar la vuelta por primera vez en nuestra historia.
No sé si el coliseo esté lleno aquella noche, sin embargo, tengo la esperanza de que volverán aquellos que se quedaron en el camino, los que alentaban en los inicios, los infaltables de la última grada, los "lanza botellas", las familias, los viejos, los que se dedican desde hace un tiempo al fullvaso y cada uno de los que vistieron los colores de este equipo que Coco formó hace siete años entre dibujos y diseños en casa de Rafo. Pero esos dibujos y diseños en casa de Rafo son parte de otro tema que llegará con la parte final de esta historia.
Metafórico Intenso. El Autor - Renzo F.
PRÓXIMAMENTE: EL GRAN FINAL
Coco, Alonso y Juan posando con la bandera del Perú que me robé de mi casa para ponerle "Fuerza Malecón". Esa foto fue tomada en el Malecón Pardo cuando este sueño recién comenzaba.
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