CLAUDIA

Si bien, tú sabes que el déficit monetario me impidió comprarte algo en esta ocasión, sentí que lo que viene a continuación podría servir como algo parecido a un regalo que será leído por veinte o treinta personas en cuestión de minutos (promedio de visitas del blog).

Pues que esas veinte o treinta personas se enteren que el día de hoy hay fiesta en el cielo y en la tierra. En la tierra celebramos los que te queremos con algunas cervezas, las que te debes estar tomando en este preciso instante con quienes elegiste pasar este especial día, mientras que en el cielo dos o tres personas aguardan enviarte la felicitación correspondiente a través de un mensaje que traiga recuerdos o alguna señal que te haga sentirlos una vez más.

Hoy es un día especial, setiembre 20, cuando Claudia nació para todos la que la esperaron en ese entonces y los que esperamos desde varios años después el cumplimiento de sus sueños, metas, sus sonrisas reemplazando amarguras y su buen humor convocado después del mal humor.

Claudia es la mujer más frontal de la del mundo, la única capaz de regresarme al suelo en cuestión de segundos y la que estuvo allí desde siempre para imponerme una lección después de otra, para compartir una sonrisa muy de vez en cuando y para hablar de nuestros mejores recuerdos siempre.

Como olvidarme de ella, si es tan especial que duerme desde las nueve de la noche para comenzar ejemplarmente a trabajar a la mañana siguiente desde tempranísimo.

Como olvidarme de ella si me dio una mano cada vez que mi rebeldía me llevaba fuera de casa rumbo a la suya por periodos indefinidos.

Como olvidarme de ella, si es la única capaz de sentir lo mismo que yo siento cuando recuerdo a Carmen o a Raquel.

Como olvidarme de ella, si siempre es la “amiga elegida” en el 99% de los brindis menos en el de su cumpleaños.

Amiga que me dio las oportunidades cada vez que las necesité, esa amiga que es conmigo por decírmelo todo sin ningún pelo en la lengua y convocando a la verdadera y cruda realidad.

Amiga porque es mi amiga, pero con disfraz de tía que hoy la hizo cumplir cuatro décadas de existencia y que me obligaron a traerme detrás de mi máquina de escribir para dedicarle esta remembranza que es para ella y para todos a la vez.

Para ella porque se lo merece y para todos porque quiero que sepan que Dios me dio a una tía con el disfraz de amiga y le puso el traje de mamá en el ropero para que se lo ponga cada vez que sea necesario.

Gracias Claudia, te adoramos.

Metafórico Intenso. El Autor – Renzo F.