Papá ya no es el mismo con ciencuenta más algo en su calendario y con cuatro suspiros que lo harán suspirar hasta el último día de su vida.
Sano menos mál, más sano que siempre y dispuesto a sanar heridas ajenas como siempre.
Papá ya no es el mismo, la sonrisas se vienen agotando debido a la nostalgia.
Nostalgia de sentir que en breve la mesa de cinco se quedará con un asiento vacío y el reino se quedará sin reina.
Sí, ese reino que mi padre comenzó a procrear con menos de dos décadas de vida, pero con más de cinco dispuesto a entregar amor y más que amor.
La reina del reino de papá irá del otro lado. De ese lado donde los sueños siguen siendo sueños, pero que tienen más ganas que antes de ser cumplidos por temas del contexto y algunas cosas más.
- Descuide, rey. Los principes seguiremos de este lado, dispuestos a buscarle esa sonrisa que hace algunos días comenzó a perder, pero que se niega a darlo a entender.
Sí, los principes seguiremos aquí dispuestos a dejar de lado la ingratitud y tendremos una de las pruebas más duras de la historia del reino: Hacer feliz al rey.
Porque papá es el rey. Un rey con una capa de superhéroe desde siempre con dos mil pañuelos especiales para secar lágrimas, con mil consejos dentro del baúl de las lecciones y tres mil doscientas experiencias como para decir que está bien y que está mal.
El invierno ha llegado al reino de papá, pero con la seguridad de que en algún momento volverá el sol de los ojos del rey: la reina.
Nadie sabe si el invierno será largo o corto. Pero si sabemos que si bien el frío tratará de congelar el reino, no permitiremos que congele las virtudes del rey.
Metafórico Intenso. El Autor - Renzo F.
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