domingo, 23 de octubre de 2011

UNA ESTRELLA EN EL COLCA

El caso más sonado en las páginas policiales de los periódicos que creen ser serios y los que promueven el sensacionalismo ha llegado a su fin el día de hoy.
Ciro Castillo Rojo, el joven más buscado en Perú desde abril pasado, al parecer fue encontrado muerto en la el Valle del Colca.
Las investigaciones no han señalado nada aún sobre un posible asesinato o un accidente, pero si se han reproducido los sentimientos encontrados de una familia que desde hace siete meses llegó a nuestras vidas  y desde entonces no han perdido la esperanza de hallar a su hijo.
En un principio la consigna era hallarlo vivo, pero con el pasar de los días y sin rastros del joven, las esperanzas disminuían y comenzaban a resignar a un padre, una madre y dos hermanos que se han cubierto de las críticas y malas noticias, dándole siempre buena cara al mal tiempo.

En momentos como este el conocido refrán que dice que "los padres no están para enterrar a sus hijos, sino viceversa", sale a relucir imaginándome el dolor de una familia que de una resignación parcial ha pasado a una resignación total.

Hoy tengo que quitarme el sombrero por el padre de Ciro, un padre ejemplar que ha sido acusado en varias ocasiones de un sin número de defectos, pero que ni por eso ha caído en medio del camino que esta mañana lo ha llevado al encuentro de su hijo.
Ciro padre y Ciro hijo yacen en el valle del Colca con la diferencia de que uno quedará eternamente en el recuerdoy otro tendrá el dificil rol de fortalecer más aún al resto de familiares por la irreparable pérdida.

Espero ver pronto nuevamente a la familia Castillo por la calles de la península, como siempre, todos enlazados con las manos y mirando al cielo a una estrella que estuvo siete meses sin brillar, pero que desde esta noche yace en el archivo del corazón de cada peruano.

Metafórico Intenso. El Autor - Renzo F.


1 comentario:

  1. La vida, que de jovenes no apreciamos la vemos como eterno espacio, pero ya de padres corre tan veloz como surcos de preocupación en cada arruga joven que nos aparece. Se nos fue un muchacho que amo al Perú profundo, tal como los viajes que realizamos para una que otra jornada, ahora esta en los predios del Gran Arquitecto...con sus secretos eternos. Brindo por él con ese minuto cósmico que los seres libres respiramos.

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