Recuerdo que el primer "Te amo" de mi vida fue a los quince años, cuando sentí amar a alguien con todas mis fuerzas y lo dije a través de una conexión telefónica Lima - Chiclayo - Lima.
Teníamos poco más de un mes de relación y lo dije sin pensar que a tu lado pasaría los siguientes tres años más maravillosos de mi vida.
Maravillosos porque hoy he aprendido a sonreírlos día a día en mi archivo cerebral de recuerdos imborrables que a estas alturas del juego han cambiado los viejos calendarios por nuevos.
No te tuve cerca de 20 días por ese entonces, en el que la rutina cambió de felicidad a echar de menos a una mujer que me talló la memoria a base de muestras de afecto.
Hoy, en otro contexto, en otra historia con los mismos protagonistas, es el día 1 de los 7 que no estarás conmigo.
Pero debo admitir que no te extrañaré como antes, pues he aprendido a cerrar mis ojos y ver los tuyos, a mover mis labios y saborear los tuyos, a oler el ambiente y oler tu frente; y a vivir mi vida pensando en la tuya.
La gris está más gris que de costumbre y se lo adjudico al síntoma nostálgico que me hace recordarte varias veces al día.
Ese síntoma que me hará más feliz a tu regreso y que me ha hecho amarte más que ayer.
PD: Pronto entenderán mejor esta historia...
Metafórico Intenso. El Autor - Renzo F.
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