viernes, 13 de enero de 2012

DEPENDIENTE

Y es que resulta difícil volver a ser dependiente después de tiempos de independencia.
Debo admitir que tras mi breve escala de 8 meses en la península aprendí a estar solo, extrañando a la familia y tratando día a día de volver más hombre a este hombrecillo que con tan solo diez más nueve años sigue coleccionando experiencias en los anales de la memoria.

En momento como este, recuerdo mi inalterable desorden, mi teléfono sonando muy de vez en cuando con llamadas que llegaban desde la ciudad solicitando señales de vida , y las incursiones dominicales de pocas horas en casa de mi padre para saludar, conversar brevemente, picar un poco menos que antes y regresar por el mismo camino del arribo.

Esos tiempos, los que extraño y no dudo que volverán pronto con una nueva aventura a la cual le declararé la guerra con mi principal herramienta de nombre "sonrisa" y mi principal fin apodado "paz".

Actualmente todo es distinto...
Mis mañanas ya no llegan con brisa, sino con rayos de sol que se adentran por la ventana junto a un poderoso smoke que sabe a monóxido de carbono.
Mi trabajo ya no queda junto al mar, sino en medio de la metrópoli en el distrito de Miraflores, donde pareciera que las noches nunca acabarán y el sonido de los autos no tiene compasión alguna con el tímpano.
Ya no recibo los mismos ingresos que recibí cuando gozaba de mi complejo de periodista, pero afortunadamente tengo menos gastos, pues ser dependiente lo amerita.

Pero me estoy cansando de sentirme dependiente nuevamente y a punto de entonar por enésima vez el grito de independencia que me llevará a seguir mi destino, ese destino que lo prefiero más duro que fácil y que me dejará donde desee quedarme y me tendrá vivo hasta que yo mismo apague la luz y le de la bienvenida al final...


Metafórico Intenso. El Autor - Renzo F.

No hay comentarios:

Publicar un comentario