Me ausenté algunas semanas debido al estrés que significa dormir de dia y trabajar hasta la medianoche.
Pero he vuelto por unos minutos, mientras mato la lucidez y me aproximo al sueño, mientras pienso en lo que casi siempre pienso y mientras me pongo al dia con los cigarrillos...
He vuelto con algunos kilos más que la última vez, sometido por el sedentarismo y lejos de los entrenamientos nocturnos del año pasado, pero con la promesa de pronto apelar nuevamente a esas viejas costumbres que de este lado se hacen un poco más difíciles de ejecutar.
Y es que en la ciudad las cosas son distintas...
La gente es indiferente, nadie te espera en la esquina, no conoces a los dueños de las tiendas y son más frecuentes las empleadas del hogar paseando mascotas...
En la ciudad los amigos están más distante, al igual que las bancas donde sentarse a matar el tiempo, un tiempo que del otro lado matabas en compañía y que de este lado estás obligado a matarlo solo.
No extraño la península, mas si alguna aspectos de la vieja rutina.
Esa calidad de vida que me sonaba tan agitada y que ahora siento que era más tranquila que nada...
Esa neblina fesca asilándose en mis pulmones que ha sido cambiada por el smoke de las grandes unidades de transporte...
Estoy en otra etapa de mi vida, en otro contexto, en otra realidad...
Una realidad que yo mismo he forjado, la que me llevará de ser un hombrecillo a un hombre, en un lugar donde si te caes te puedes lesionar para siempre y con un ritmo de vida que te enseña que todo en la vida no es fácil; y que lo fácil lo dejamos del otro lado...
Y es que no son lo mismo los días en "la gris" que en "la península"...
Acá no todo es sueño...
Acá todo es realidad...
Acá no es tan linda la vida, pero aprendes a vivir...
Metafórico Intenso. El Autor - Renzo F.
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