MI EQUIPO DE BARRIO: PARTE XII - LIGA DE SUEÑOS

Y vuelve la historia que más me gusta contar...

Vuelve con un nuevo sueño, nueva gente y los mismo de siempre: Campeonar

En momentos como estos recuerdo cuando éramos solo unos niños, nuestros primeros campeonatos, nuestras primeras derrotas cuando los despejes de Alonso siempre terminaban en lateral, cuando Javo aún no tenía las manos en los pies y su timidez se reflejaba en cualquier cancha cuando las papas quemaban, cuando Jóse comenzó a jugar con la gente y cuando tiempo después trajo a su hermano Cali al equipo para criticarse uno al otro en todos los partidos.

Recuerdo la cara morada de Giuseppi después de un golpe que terminó en prácticamente una batalla campal, pues todos los asistentes a ese campeonato nos apoyaron.
Recuerdo también a Ítalo, que estoy seguro que si siguiera vivo ya estaría en la profesional dislumbrando a miles con su zurda memorable.
A Miguel y su pánico escénico, Koki y su egoísmo a la hora del toque.
A Rafo, Chenta, Roger y yo, condenados siempre a ser de la barra por falta de talento.

Recuerdo a cada uno de los delegados que ocuparon el lugar antes que yo, a Pedro y hasta al mismo Marrú.

Gente diciendo "este es su campeonato" y gente diciendo "nunca van a campeonar".

El campeonato en Rosatoro cuando Walter Oyarce aún vivía y me contactó con Roberto Chale para inscribirnos.

Dos finales en nuestra hoja de vida. Si, las dos perdidas, pero que bien recordadas, vividas e incluso contadas.
Cuando PSV no ganó por culpa de Suito, que se fue llorando a su casa y hoy se ríe cada vez que le echamos la culpa.
Y cuando Cabitos nos volteó el partido el año pasado dándonos una clase magistral de futsal.
Esta última final, el Coliseo de La Punta a un 80% de su capacidad, con no conocidos, inesperados y desconocidos asistentes.
Cuando todos los viejos hinchas del Atlético Chalaco vieron una final después de muchos años, cuando me presionaban por los cambios, cuando les devolvimos la palabra gol a cada una de sus gargantas con los más de 30 goles de la dupla Javier - Javo.
El temperamento de Jesús Palacios, nominado al jugador con más amarillas en un mismo campeonato.

Se viene un nuevo campeonato, el martes, en el mismo teatro, con la misma gente en las graderías pero con la misma promesa que hace ocho años: Campeonar algún día.

Metafórico Intenso. El Autor - Renzo F.