Lo que más recuerdo con la palabra niño es "El Fenómeno del Niño" que me bañó con lluvia una mañana de domingo por el Año 97.
Aquella mañana, papá inventó un traje con bolsas de basura, según él, capaz de resistir la lluvia que azotó la ciudad ese día.
¿Para qué?
Para ir a comprar el desayuno como todos esos domingos en la casa de La Punta, el lugar donde tuve mis primeros amigos, mi primera bicicleta, mi primer partido de soccer, mis primeras sonrisas, mis primeras figuritas del álbum del mundia Francia 98 y los imborrables recuerdos que diez años después siguen en mi mente dispuestos a no irse nunca por más larga o corta suene la vida a estas alturas.
En días como hoy se me vienen a la mente dos personas: Mi padre y Carmen,
Gracias a mi padre soy aquel soldado vencible e invencible a la vez, pues él me enseñó la cura para todo tipo de caídas y me dibujó una sonrisa especial para los tiempos de cólera.
Dispuesto siempre a abrir la billetera a la hora de la propina y a convocar a las buenas palabras y el buen trato a la hora del sermón. Ese sermón que me encanta hasta ahora por la forma como lo dice mi padre.
Carmen fue, es y será la mujer de mi vida, mi abuela, mi mejor amiga, mejor dicho mi madre también.
Porque con Carmen fui el niño más feliz del mundo, invencible, sonriente, audaz y niño, tan solo niño.
Carmencita se fue cuando yo comenzaba a dejar de ser un niño. Tenía doce años y aquel día firmé un tratado con la vida el cual decía que desde ese momento todo cambiaría y no tendría ese escudo de defensa en cada una de las batallas afrontadas y que la prueba más difícil estaba aún por venir. Pero esa es otra historia...
De esa forma a los doce años dejé de ser un niño y por lo tanto si nunca antes lo celebré, ese ya no era el momento para celebrar el Día del Niño.
Pero hoy tenía ganas de celebrarlo dentro mío, dentro de ese niño que siempre vivirá en mí gracias a los sueños realizados durante esa etapa de mi vida.
Es así que el día de hoy activaré en chip que me llevará a aquella niñez llena de lágrimas, pero también de sonrisas. Sonrisas que jamás olvidaré y que hoy más fuerte que nunca me dicen que papá sigue siendo mi superhéroe favorito y Carmencita sigue siendo la princesa del cuento de hadas.
Metafórico Intenso. El Autor - Renzo F.
No hay comentarios:
Publicar un comentario