Todo tipo de relaciones se desgastan, incluso las amistades. Y es que siempre pasa que llegado un momento uno siente que debe buscar nuevos horizontes, con nuevos éxitos y por consiguiente nuevos protagonistas.
Para el inicio de esta nueva historia debo admitir que pasó por mi mente más de una vez cambiar de camiseta, sentarme en otro banco, con otra gente y con nuevos sueños que cumplir.
Llegaron formalmente dos o tres ofertas a mi escritorio, las cuales fueron rechazadas como en ocasiones anteriores, pero esta vez tuve la inseguridad sobre quedarme o irme.
Eso sumado a la indisciplina que se convirtió en carne de todos los días como en algún momento que nos caracterizamos por el buen juego, pero con la poca seriedad también.
Desconfianza. Eso fue lo que sentí por parte de algunos de los muchachos para con mi trabajo. Incluso comentarios que me dejaban sin crédito alguno de algún logro pasado que obtuvimos, minimizando capacidades y apelando a mis defectos.
Finalmente opté por dejar de lado las críticas y volver al constructivismo del que no siempre he sido partidiario, pero que esta vez sentí era necesario para reformar un grupo que al parecer había caído nuevamente en viejas rencillas que he preferido no citar.
Hoy, en el mismo equipo, pero con algunos miembros nuevos que son parte de la nueva generación que hemos pretendido formar, es que termino de escribir la historia más bonita que jamás había escrito, la que me tuvo pensando noches enteras en temas de que hablar e ilusiones que contar. De esta forma se acaba "Mi equipo de barrio", pero prometiendo volver en breve con una nueva hazaña a la que llamaremos "LIGA DE SUEÑOS"
Hasta entonces...
Metafórico Intenso. El Autor - Renzo F.
No hay comentarios:
Publicar un comentario