Con dos o tres fatigas musculares en mi haber, cuatro lesiones, una carrera de 7.3K por los niños peruanos, casi medio centenar de entrenamientos alrededor de la península y dos apuestas sobre triunfar o no triunfar, es que decidí hace un mes inscribirme para los 10 kilómetros de la carrera más masiva del Perú: LA GRAN MARATÓN RPP.
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Iré con la misma ilusión de siempre, la de cruzar la meta. Esta vez no por los niños peruanos, sino por mí mismo, para demostrarme que vencí las nebulisaciones semestrales, que sigo fumando, pero que mis pulmones respiran también deporte.
Estoy seguro que llegaré a la meta este domingo, no sé si trotando o en ambulancia.
Estoy seguro de que terminaré de firmar que vencí algunos malos hábitos y que merezco algún apelativo similar al de deportista.
Estoy seguro de que en la meta me esperarán viejos conocidos de la aventura pasada que me hizo llegar a una meta que desde hoy pasó al recuerdo y ha sido reemplazada por este nuevo reto que será el 09 de octubre próximo.
Estoy seguro de decir: RETO CUMPLIDO.
Hasta el domingo después de la carrera, dios mediante.
PD: No podía irme sin agradecerle a María Katarina Barreto Silva por ser una de la principales gestoras en hacer que este sujeto tácito corra. Yo también te extraño, pero juro no verte la cara hasta después del domingo para contarte acerca de mi nueva lesión o de las ganas de comer que tengo después de la carrera.
Metafórico Intenso. El Autor - Renzo F.
El autor comenzando un viejo reto. Foto: INABIF 7.3K - Miraflores, Lima - Perú
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