domingo, 25 de noviembre de 2012
5 y 35: LOS VEINTIUNO DEL AUTOR
25 de noviembre de 1991, cinco y treinta y cinco de la tarde, en la desaparecida Clínica Italiana -en honor a mi apellido-, tengo entendido que con el pediatra que trajo a más de un Figallo al mundo es que nació el segundo hijo de Rocío Arbaiza y el cuarto y último -según sondeos- de Mario Figallo. (Es broma, viejo. Lo sabes).
Desde ahi vivo agradecido porque la vida me dio una escena especial para el crecimiento como es La Punta...
Desde ahí ando contento, por la numerosa familia: mis tíos y primos Carreras, que sin qué yo lleve el apellido por cuestiones de inscripción me trataron cómo uno más.
Ando contento de ser Figallo, último producto de Mario, mi padre, a quien le dediqué innumerables entradas en este blog.
Ando contento de ser hermano de Félix, de la misma manera como lo soy de Fiorella, Mario Nicole y Alejandro.
Y es que mi familia -siempre lo dije- es tal vez algo disfuncional, algo parecida al título de la película "Los tuyos, los míos y los nuestros", pero al fin y al cabo, al igual que todo,perfecta.
Mi familia es perfecta porque...
Porque si no hubiera sido por las lecciones de mamá, tal vez estaría dedicándole mi vida a los números, en vez de invertir mi tiempo narrando experiencias.
Porque si no hubiera sido la más grande y última apuesta de papá, tal vez le hubiera dedicado mi vida a la calle más de lo debido.
Porque si no hubiera tenido a mi tía Claudia, la engreidora de mis destierros, hubiera dormido en la calle más veces de las que suelo contar.
Porque si no hubiera tenido a Carmen y Raquel, tal vez hubiera muerto de la pena.
Porque los ojos de Margarita son tan perfectos como mi familia.
Porque si no hubiera tenido a Quito como tío, no hubiera sentido lo que se siente cuando tu tío es al mismo tiempo tu padre, tu hermano y sobretodo tu amigo.
Porque si no hubiera sido por Félix, tal vez hubiera crecido en un cuarto solo en los últimos veintiún años, pero no hubiera tenido el compañero que gané con él desde mis inicios.
Porque si no hubiera sido por Fiorella y por Nicole, no sabría que a las mujeres se le repetan, uno de los motivos, porque uno tiene hermanas.
Porque si no hubiera sido por Marito, no recordaría tan bellas visitas bimensuales en las que papá nos programaba a los cuatro hijos en El Olivar.
Mis amigos son perfectos...
Porque si no hubiera sido por Carlos Tello, no hubiera aprendido a ordenar mis ideas ni a transmitir mis pensamientos de una forma alturada.
Porque si no hubiera sido por Johanna Gutiérrez, nunca habría tenido una amiga varios años mayor que yo, pero adoctrinadora de mis propios pensamientos.
Porque si no hubiera sido por Jorge Gonzáles, nunca hubiera vivido mi historia favorita: la de mi equipo de barrio.
Porque si no hubiera sido por Nazareth Távara no me hubiera sentido tan patán una vez por semana.
Porque si no hubiera sido por Julio César Ñiquen, no hubiera sentido que hay gente que me estima a pesar de las distancias.
Porque si no hubiera sido por Luis Ascama no tendría un amigo adventista y menos al mejor editor del planeta tierra.
Porque si no hubiera sido por Gim Grimaldo Pino Alarcón -no podía evitarlo, jeje- no me la hubiera creído ni tomado tan en serio esto de hacer un diario joven.
Porque si no hubiera sido por Lenin Castillo sería más intolerante a responder preguntas a las dos de las madrugada.
Porque si no hubiera sido por Luis Retuerto, no recibiría unas visitas sorpresivas los domingos en La Punta.
Porque si no hubiera sido por Jaime Urbina, habría perdido mi tiempo en las esquinas en lugar de hablar de temas de interés en tiempos de mi independencia.
Porque si no hubiera sido por Marvin Huarac no tendría con quién debatir sobre todo, siempre llegando a la misma conclusión de que es un imbécil, pero que lo quiero más que a muchos.
Porque si no hubiera sido por Fernando García, tal vez nunca hubiera creído que existe alguien más gracioso que yo cuando se trata de hacerlas reír.
Porque si no hubiera sido por Jaime Alvarado no existiría mi primer incursión política: Avanza Bausate.
Porque si no hubiera sido por Franco Gómez también hubiera dormido varias veces más en la calle.
Porque si no hubiera sido por Carlos Arrieta, el hígado no extrañaría esos rones de viernes.
Por que si no hubiera sido por Enrique y Gianfranco Arce, tal vez nunca hubiera tenido esos amigos de infancia que hoy extraño tanto.
Y hay más de mil razones y personas, pero las líneas no me alcanzan...
Mis amores fueron perfectos...
Porque si bien no pondré ningún nombre, creo que me hicieron un poco menos insensible y me nutrieron de cursilería y romanticismos, incluso a veces en tiempos de cólera.
Mis experiencias fueron perfectas...
Porque sino no recordaría hasta ahora los barquitos de tecnopor de papá.
No recordaría los domingos de pan con palta, los sábados de super nintento y los lunes de colegio.
Porque si no fuera por Lucy y Esther, tal vez nunca hubiera dicho esa frase tan linda como es decir "esa mujer me crió".
Porque si no hubiera sido por los estadios donde jugaba Municipal, nunca hubiera descubierto el verdadero amor.
Porque si no hubiera sido por los likes la tía que yo siento prima, Melissa Carreras, tal vez no hubiera seguido escribiendo y compartiendo estas cosas.
Y porque si no creyera que mis experiencias fueron perfectas, no los tendría más de un año contándoles la experiencia del autor...
Gracias a las personas que me saludaron hoy por mis veintiún años. Cada uno de ustedes goza de un espacio en mi corazón.
Metafórico Intenso. El Autor
Renzo Enrique Figallo Arbaiza
25/11/1991 - Hasta que Dios me lo permita.
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