- En el asilo Canevaro hoy dejaron la puerta abierta y hasta nos dieron las llaves para regresar de madrugada, bromeaban unos ancianos en la tribuna antes el partido de Municipal frente a Alianza Cristiana de Iquitos, válido por la Etapa Nacional de la Copa Perú 2012.
Tal vez bromeaba pensando en que Dios se pondría al fín la camiseta del Muni y nos daría la mano para remontar un 2 - 0 en el partido de ida en Iquitos.
La Banda del Basurero hacía lo propio, desatando la fiesta media hora antes de que inicie el juego. Alentando como siempre y como nunca al mismo tiempo, con caras arrugadas y caras nuevas, con sueños cercanos al nicho y sueños cercanos al masoquismo de seguir alentando pase lo que pase.
Ahí estaba Felix Paz y sus Locos de Siempre, haciendo una cobertura notable como cada partido de la franja.
Ahi estaba Lalo Maradona, contando las aventuras por la selva.
Estaba el Chino Ataque, algo angustiado, pero confiado al fín y al cabo.
José Giacomotti y su mirada ida por momentos, El Chino Percy y su aliento incansable que lo convierte en fanático en cada estadio.
Estaba El Chorri, batuteando al principio, desahuevando a la gente antes del partido, incitando al aliento e insultando una y otra vez a los jugadores del equipo visitante mientras hacían el calentamiento.
Muni salió al campo a matar, como siempre, pero a sufrir, como siempre también.
Los selváticos se adelantaron en el marcador y prolongaron la agonía de los asistentes.
Luego, Municipal falló frente al arco innumerables veces, pero logró hacer tres goles, quedando como resultado final 3 - 1.
Se quedó a un gol de la ansiada clasificación, a un grito de la felicidad y a un año más de cumplir el objetivo: volver a la primera división.
La unión del equipo se notó de principio a fin. Lo dejaron todo y más. Hasta las lágrimas se acabaron.
Pero bueno, esto es fútbol, lamentablemente.
Esto es futbol y siempre sufre el que no merece sufrir, siempre muere el que no debe morir.
Al principio, con la cabeza caliente me sentí mal, pero después, ya con la cabeza fría se me vino abajo el mundo.
Un año sin verte querida franja y un año más buscando el retorno.
Si bien siempre dije que te seguiría asi juegues en la pista y lo reafirmo, eso no implica lo pésimo que me siento hoy, el vacío que en algún momento llenaste y el sin sabor de esta injusta derrota.
Tal vez muchos de los viejos que bromeaban con lo del Asilo Canevaro, el próximo año ya habrán pasado a mejor vida y habrán llevado nuestras peticiones a tribuna celestial, donde parece que necesitan más abogados de esta causa, ya que Dios ayer me demostró que al menos del Muni no es.
Y es que si fuera del Muni no nos daría la felicidad por cucharaditas.
Y es que si fuera del Muni no nos llevaría a la gloria para luego expulsarno de ella.
El próximo año te seguiré nuevamente, y prometo que lo haré más que este año.
Yo no sé si volveremos, Muni, pero si sé que lucharemos, y como mierda, Muni, como mierda.
Metafórico Intenso. El Autor - Renzo F.
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