sábado, 28 de junio de 2014

"La Espera - Historias del Baguazo" por primera vez en una facultad de periodismo (Fotos)

Estas fotos se tomaron en la reproducción del documental "La Espera-Historias del Baguazo", el miércoles 25 de junio en la Universidad Jaime Bausate y Meza. 

El evento contó con la participación de decenas de estudiantes y público en general, quienes escucharon por primera vez en una facultad de periodismo los comentarios de Fernando Vílchez, el director del revelador mediometraje que narra desde otra perspectiva los incidentes de "La Curva del Diablo", donde el 5 de junio del 2009 fallecieron 23 civiles y 10 policías por uno de los conflictos sociales más sangrientos de los últimos tiempos en Perú. 

Además de Vílchez, estuvo en la conferencia Elizabeth Prado, que también aportó contando su experiencia como periodista que cubrió la noticia para el diario La República. 











Renzo F. 

jueves, 26 de junio de 2014

COMENTARIO SOBRE "LA ESPERA-HISTORIAS DEL BAGUAZO"

 'La Espera-Historias del Baguazo' es un documental dirigido por Fernando Vílchez y un grupo de peruanos que con su trabajo nos recuerdan el viejo dicho que señala que  "un pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla”.

El mediometraje que se estrenó en varias salas privadas e incluso salió gratis en un diario peruano de circulación nacional cuenta sin rodeos lo que realmente ocurrió el 5 de junio en “La Curva del Diablo”, un camino en la región Amazonas (selva de Perú) que fue bloqueado durante semanas por nativos aguarunas que se negaban a permitir que en sus tierras se realizaran exploraciones mineras.

En el mencionado incidente perdieron la vida 23 policías y 10 civiles, y hasta hoy la justicia peruana tiene muchos acusados, pero ninguno político.


El trabajo de Vílchez y compañía busca justamente eso: que las personas que ven “La Espera” interpreten lo que realmente pasó y no se queden con lo que dijeron los medios de comunicación por esos días. Más sabiendo que en Perú los periódicos, televisores y radios se industrializaron a tal punto de que se habla de una “concentración de medios”.

Para algunos el documental está sesgado y se va del lado contrario al de los medios masivos: no defiende el respeto a los policías, sino respalda la rebeldía de los nativos. Para otros más politizados que objetivos es un directo ataque contra Alan García (presidente de ese entonces) y el APRA (su partido).

Lo único cierto –para no entrar en detalles y tampoco me tilden de antiaprista por las puras- es que “La Espera” nos permite ver el tema desde otra perspectiva. Una perspectiva que no es la de los medios, ni la de las exautoridades, ni de los nativos, sino la de un trabajo periodístico de varios años que implicó una investigación minuciosa e impecable.

Por primera vez, los presuntos responsables políticos como Mercedes Cabanillas (exministra del Interior), Ántero Flórez Araoz (exministro de defensa) y Yehude Simon (exprimer ministro) responden en exclusiva a las preguntas sobre el incidente.

Como es de esperarse nadie admite culpas, pero su “lavada de manos” es tan evidente que al final de ver el trabajo al menos algo de culpabilidad les vas encontrar.

Otro plus’ de la obra de Vílchez son los testimonios de los nativos que estuvieron en “La Curva del Diablo”, versiones que nunca antes se escucharon, menos en Lima y el extranjero.

Hasta antes de ver “La Espera” muchos pensarán que los familiares de los policías caídos culpan de la tragedia a los “sanguinarios” aguarunas, pero sucede todo lo contrario. Al menos en la mayoría de los casos los deudos sostienen que la responsabilidad es más de los políticos y de los altos mandos policiales.

Finalmente, antes de sugerirles que vean ahora mismo tremendo producto que nos hizo Fernando Vílchez, los exhorto a que lo compartan con amigos y familiares.

El mismo Fernando confesó anoche en una conferencia que él mismo lo llevó a Polvos Azules y lo subió a youtube para que nadie se lo pierda. Nadie, tampoco tú. 




Renzo F. 

miércoles, 18 de junio de 2014

Perfil que debe tener un Practicante de Periodismo


En este espacio suelo hablar de mi experiencia personal, es por ello que ahora ahondaré un poco en el ámbito profesional.

Son muchos amigos los que me preguntan a diario qué es lo que deben hacer para conseguir una práctica pre o profesional en periodismo. Tal vez para ellos no tenga una solución certera, pero aquí les dejo algo por si en algún momento chuntan una practiquita en algún medio de comunicación. 

-          - Lo de los valores son esenciales. Recurre a la puntualidad, a la solidaridad y sobre todo –como en todo trabajo- a la responsabilidad.
-         
      - Escucha muchísimo y nunca olvides que las personas que te rodean están contribuyendo a formar un monstruo dentro de ti. Tu redacción o expresión será cuestionada al principio y depende de ti mejorar o mantenerte como un aprendiz. 

-          - Si tienes algo que reprochar hazlo alturadamente, siempre con respeto. Recuerda que si bien tienes un menor rango en la empresa para la que trabajas, tu opinión es siempre valiosa.

-          -  Involúcrate en otros temas y ramas. Masifica tu trabajo y que tu aporte se extienda más allá de tu área.     Ojo, tampoco opaques al resto, pues sino tendrás problemas y te ganarás anticuerpos que podrían pasarte factura.

-          - Aplica el “yo puedo”, pero nuevamente de manera sutil y analizando bien el contexto de la situación. 

      - Recuerda que un periodista debe estar listo siempre para los nuevos retos. No huyas. 
      - Llama por teléfono sin temor alguno al momento de las entrevistas. 

      - En cada comisión trata de intervenir con periodicidad para que el resto vaya sabiendo que estás ya en la cancha y vayan conociendo tus capacidades. 

      - Busca nutrir siempre tu directorio telefónico, pues será vital para toda tu profesión. Un periodista sin contactos no es del todo competitivo. 

-          -  No pienses en un ascenso. La práctica pre o profesional es para culminar tu proceso de formación

-          - Conversa mucho con tus tutores, ellos tienen más experiencia y hay que aprovechar sus "tips". 

Tal vez cuando apliques todos estos parámetros sentirás que las aulas universitarias ya no son para ti. Tranquilos, es solo cuestión de tiempo el ansiado cartón.



Renzo F. 

martes, 1 de abril de 2014

CONVERSACIONES CON LA VIDA: 39 SEMANAS PARA SER PADRE



Era una de las últimas mañanas dominicales de la última quincena del año.
Ese día me levanté con una sola consigna en la mente: la prueba de embarazo.
No le di posibilidad de réplica ni reproche a mi pareja y ni bien puse los pies sobre el suelo los metí dentro de unas zapatillas y a paso rápido moví el cuerpo y los nervios hacia la farmacia.
Si el camino de ida fue largo, el camino de regreso lo fue el doble.

-         Ahora o nunca, no podré esperar hasta después de año nuevo.

Con su mirada me bastó para saber que al menos está vez me había salido con la mía.

Mientras la prueba determinaba si era positiva o negativa pasé por el baño previa escala en la cocina.

-         ¡Oh my god!, dijo ella mientras me mostraba su mejor sonrisa y su más tierna lágrima.

No necesitaba más. Sería papá en menos de nueve meses y si mi vida ya no había cambiado en esos segundos lo comenzaría a hacer en los próximos.

Y así fue. Aquella mañana estuvimos confundidos y al mismo tiempo seguros. Algo contrariados sobre cómo haríamos en adelante y bastante convencidos del amor que nos teníamos para salir a la cancha en busca de cualquier sueño.

Lloramos, reímos, volvimos a llorar, volvimos a reír y decidimos que en adelante tendríamos que estar más juntos que siempre.

Este no era un error, sino un acierto que Dios nos había enviado…

Sí, eramos nuevos en esto, pero la experiencia llegaría con el tiempo… 

El temor a fracasar lo hubiese tenido a los 22  o a los 50. Podía dudarlo todo, menos que ella más yo éramos un bebé que venía en camino y por el que teníamos que luchar.  

Continuaremos... 

(Renzo F.)

viernes, 6 de septiembre de 2013

FÚTBOL EN LA SALITA VERDE

La tele de la salita verde estaba prendida desde horas antes, como para no perdernos incidencia alguna de los partidos de antesala. Eso no quiere decir que el de Perú haya sido el cotejo de fondo en la programación, pero sí el más importante para nuestros corazones.

El Tío Luiggi hacía siempre las de dueño de casa. Tal vez por su imponente voz o quien sabe, por siempre tener en la mano el vaso de ron más cargado de la reunión.

La abuela Carmen estaba a su lado, con una escala menos en dósis de licor, pero al día en los cigarrillos.

Papá siempre llegaba en taxi minutos antes del partido, para no perdérselo de ninguna manera y compartir el momento con tres latitas de Brahma.

Por su parte, Quito estaba bien sentado como casi todo el día, con las sandalias negras que no contrastaban para nada con sus medias blancas. Él ya se había servido un vaso de ron sin que necesariamente se lo hayan ofrecido. Era conchudo, pero al fin y al cabo uno de los más queridos.

Robert también venía para esas ocasiones especiales. Siempre para ponerle el toque histórico de Perú en los mundiales y renovar la ilusión contando hazañas pasadas.

Ahí estaba yo, en algún rincón, con una decena de años, esperando que se me pregunte algo sobre estadística o últimos fichajes del mercado futbolero.

La Tía Claudia, Mellisa y el resto venían de vez en cuando, pero siempre dispuestos a prolongar su estadía hasta más allá de los noventa minutos.

Cuando el estadio comenzaba a cantar el himno nosotros no seguíamos el ritmo con nuestra voces, pero le dábamos compás en nuestro corazones.

Con el pitazo inicial comenzaba una jornada emocionante, esperando siempre el gol a favor antes que la anotación en contra.

Recuerdo que fueron más goles en contra que a favor, pero también más jornadas para compartir que para no hacerlo.

Perú casi nunca ganaba, y si lo hacía era al fin y al cabo una excusa para alargar aún más la noche familiar. 

Ganara o perdiera, nosotros estaríamos ahí la próxima vez, al pie del cañón, como para demostrar que nuestro amor por los colores era a prueba de descalificaciones a lo mundiales.

Nunca faltaba el lamento post partido que reclamaba un gol no anotado o un pase mal dado. En ese momento todos dejábamos de ser hinchas y nos poníamos el traje de técnicos.

Con el pasar de los años esas costumbres se fueron perdiendo...

La abuela Carmen partió a terreno celestial con la promesa de interceder no solo por los sueños de nuestra selección, sino por la unión y felicidad de nuestra fam
ilia.

Quito se embarcó a Norteamérica con un maletín lleno de sueños y con  boleto de retorno una vez cada diez años.

Mi padre se volvió a casar y ahora prefiere ver los partidos con su mujer, mismo jubilado.

El Tío Robert le ha encontrado el gusto al fútbol viéndolo por partes, pues sus obligaciones le impiden sentarse a verlo noventa minutos.

Pero ahí sigue el Tío Luiggi, atrincherado en el sofá, no solo viendo fútbol, sino beisbol, basket, voley o lo que transmita la televisión. Siempre con una dósis y un cuarto de ron, dos hielos, Coca Cola, medio limón, dos cajetillas grandes de cigarros y una sonrisa para no olvidar lo inolvidable.

Dichosos los tiempos que no volverán...

Metafórico Intenso, el Autor - Renzo F. 


martes, 19 de marzo de 2013

BUENAS PRÁCTICAS: RECICLAJE

Desde hace algún tiempo tomo más agua que camello recién llegado del desierto.
Por ello pensé hace un mes: si mi organismo necesita el agua de las botellas para alimentarse, hay gente que necesita las botellas de agua para alimentar su organismo.

De esa manera fue que  instalé una bolsa en mi cuarto, y le habilité un espacio a los desperdicios plásticos y chapas que si bien no me servían a mí le podían servir a otros.

Desde entonces busqué a quien donarle esto y averigué que en Surco, mi comunidad, el municipio local habilitó hace algún tiempo un programa de recolección de material reciclable en varias zonas. Por mi casa pasan todos los martes a las 7:30 de la mañana y recogen de distintas casas empadronadas este material que según comentan son entregados a organizaciones que ayudan a las personas.

Sin embargo, en el camino descubrí algo no tan alentador como lo que escribí en el párrafo anterior: 
Los recicladores que husmean cada noche entre los desechos que los vecinos dejan afuera de sus casas para que los recoja en camión de la basura ya no encuentran el material reciclable que antes encontraban, pues gran parte de la población ya se empadronó con el municipio.

No sé si el programa del municipio de Surco quiera erradicar a los recicladores de la zona o si simplemente lo hacen por tema de orden. Pero hay una realidad muy cierta: esta gente que rebusca entre nuestra basura buscando algo útil es evidentemente perjudicada por este programa.

Me di cuenta que no puedo modificar ni abolir el programa de reciclaje de la municipalidad, pero eso no implica que no soy libre de darle mis desechos reciclables a quienes yo quiera

Fue así que esta noche mientras venía comiendo por la calle vi una realidad que en realidad siempre estuvo ahí: un joven que buscaba poste por poste, bolsa por bolsa y jardín por jardín algo que le pudiera servir para venderlo al mejor postor. Caminé unos cicnuenta metros hasta la puerta de mi casa y  decidí entregarle a él y solo a él lo que con tanto empeño había juntado.

Cincuenta botellas de agua que me habían costado en total -cuando estaban llenas-  aproximadamente 50 soles no se comparó en nada al precio de la sonrisa de aquel reciclador:

- Toma, junté esto para tí, le dije
Me miró con extrañeza, tal vez pensando que yo era alguien asociado al serenazgo que de vez en cuando los jode por su trabajo
- Tranquilo, son más o menos cincuenta botellas de plástico que junté para alguno de ustedes, agregué. 
- Dios te bendiga, hermano, respondió.

Y como pocas veces en mi vida sentí que Dios me bendijo.
Y es que me demostró que invertir dinero, tiempo y dedicación no importa si esto será retribuído por alguien que no tiene las mismas oportunidades que tú, que tiene una historia distinta, más difícil, y tal vez más dura y sacrificada.

Consejo de amigos:
Reciclen y denle todo lo que junten a quienes ustedes quieran: programas municipales, recicladores, niños, jóvenes o ancianos. Pero reciclen y verán que también reciclarán su alma, sus fuerzas y sus ganas a cambio de la la sonrisa de un pobre que te marcará y animará a hacer el bien para siempre.

Dios los bendiga a ustedes también.

Metafórico Intenso. El Autor - Renzo F.

(Foto referencial)




martes, 19 de febrero de 2013

YO Y EL FENÓMENO DEL NIÑO DEL 98



 Y así comienza una historia más, una experiencia más en los archivos con olor a nostalgia. Y es que cada vez que recuerdo algo de lo mucho que he vivido con mi viejo se me eriza la piel hasta más no poder y sonrío. Sonrío como sé que él lo haría.

Transcurría, si no me equivoco, enero de 1998 cuando Lima y el Callao se inundaban con las intensas lluvias de verano inusuales por el Fenómeno del Niño.

Aquella mañana de domingo despertamos casi todos a la misma hora, a las 9:30.
Como cada siete días, el niño de 7 años que algún día fui, iba en busca de papá para comprar, preparar y comer el desayuno.

Las reglas que mi viejo había puesto en casa consistían en que los domingos nos turnaríamos para ir a comprar: un domingo él, otro mi hermano Félix y el siguiente domingo yo..

Ese domingo me correspondía ir a mí. Ni la intolerante que lluvia que mojó Lima y el Callao fue excusa para que no cumpliera con las reglas...

Papá alistó para mí un traje confeccionado con bolsas negras, esas que son de basura y que, según él, eran también a prueba de lluvias.

De esa manera luego de unos 20 minutos entallándome el nuevo invento salí de casa con destino a la panadería a comprar el pan francés que tanto nos gustaba.

Llegué a la panadería lleno de bolsas y todos me miraban, no sé si por el traje de bolsas o porque era el más hábil. Debe haber sido por lo primero.

Luego continué mi camino hacia el mercado de La Punta, donde uno hasta ahora se encuentra con gente conocida, para comprar atún, paltas, jamón, queso, tamales y esas cosas que mi viejo nos preparaba los domingos.

Las miradas de todos seguían encima de mí. Sí, con el ridículo, pero también eficaz traje de bolsas de basura.

No habré demorado ni media hora en cumplir todo el itinerario fuera de casa cuando volví y Félix y mi viejo me esperaban para comenzar con la elaboración.

Mi viejo no era tan bueno en la cocina, pero ni eso le impedía innovar y hacer nuevas cosas que uno podía comer. El pan con palta y atún que preparaba era tan delicioso que ya me dieron ganas de comerme uno.

Siempre en la mesita redonda de comedor de diario...
Siempre los tres: Papá, Félix y yo...
Siempre, todos esos domingos con el mismo itinerario...
Siempre, las suficiente veces como para tenerlo grabado en el corazón... 

Oye, viejo...

Me regalaste una infancia linda que nada pudo romper por más que en algunas ocasiones haya parecido que se destruía a pedazos.

Me diste lo que más valoro: los recuerdos, las experiencias y las lecciones, además de los barquitos de tecnopor, las hamburguesas de lunes, miércoles y viernes; las propinas, los desayunos, los cuentos sobre Miguel Grau y Francisco Bolognesi, los partidos de Nintendo 64 y lo más importante: tu compañía. 

Metafórico Intenso. El Autor - Renzo F. 

(Foto Referencial)